Castillos y torres defensivas
Fortaleza, torre, atalaya, torreón. El castillo era el centro de poder. En el Alto Aragón cristiano toda vida urbana desaparece durante los siglos VIII-IX predominando la villa, la aldea o granjas protegidas por un castro en el que se refugiaban los campesinos en caso de peligro. El castillo originariamente fue una torre de vigilancia y culminado como castillo con sus diferentes dependencias.
La necesidad de asegurar el territorio cristiano contra el moro obligó a multiplicar el número de torreones en la mayoría de pueblos.
Así castillos y torres defensivas los hubo en Luzás, Viacamp, Lascuarre, Perarrua, Fantova, Pilzán, Benabarre, Estopiñán, Monesma, Castarné, Roda de Isábena, Montañana…