Las pinturas rupestres de Remosillo se encuentran en pleno congosto, a unos 20 metros por encima del cauce del río Ésera, encañonado desde la presa del embalse de Barasona, hasta llegar al cruce de la ruta que conduce a la población de Olvena. El acceso a las pinturas es complicado ya que hay que se encuentran en el margen derecho del río Ésera y en épocas de crecida resulta imposible poder cruzar el río.
El conjunto rupestre, perteneciente al Arte Esquemático, ofrece cinco paneles muy bien diferenciados a lo largo de un saliente rocoso, de los cuales los dos principales poseen ciertas características un tanto anómalas. Uno de ellos, ejecutado con unos rasgos gráficos tendentes hacia el naturalismo, en especial en lo que respecta a las figuras de animales, tiene un fuerte sentido conceptual y abstracto, lo cual constituye una circunstancia bastante extraña. Sobre todo porque el otro panel, con una apariencia formal mucho más esquematizada, presenta algo que parece una escena con dos carros y con varios animales y seres humanos, lo le que dota de un carácter descriptivo que no encaja en absoluto con su diseño claramente esquemático.
El conjunto rupestre, perteneciente al Arte Esquemático, ofrece cinco paneles muy bien diferenciados a lo largo de un saliente rocoso. |