Jacques Llédos (Perpignan, 1953) lleva más de 20 años descubriendo y fotografiando lugares singulares de la Sierra de Guara. Con su cámara y la soledad como herramientas para su deambular, retoma la visión romántica de lo sublime en lugares salvajes e indómitos donde existe la belleza primigenia.
Guara, mostrada desde ese lugar mental anterior al ser humano, deja de ser una sucesión de arquetipos turísticos para ser mostrada desde la sencillez de la luz solar que ilumina, como sucedió durante miles de años, la tierra
desnuda y cruda, desposeída de prejuicios y categorías, pero enfrentada a un espectador que cree que ve la realidad cuando solo está viendo su representación. Las imágenes de Jacques Llédos suponen una regresión a esa
mirada virginal de la fotografía que buscaba, en los orígenes, aislar la belleza para poder contemplarla después desde la civilización. Y es al mostrar así la montaña cuando dudamos de la existencia del medio fotográfico y
creemos que la piedra, el agua y la luz son así cuando nadie los contempla. En esencia, el verdadero misterio y la importancia de estas fotografías es que se ha devuelto el protagonismo a la naturaleza y la fotografía, de tan pura,
ha pasado a ser invisible.
Su amor por el territorio, su obsesivo interés por las formas de la naturaleza y una técnica fotográfica marcada por los fuertes contrastes del blanco y negro, reúnen en esta exposición una selección de sus mejores trabajos.
Antonio Lachos