Capella acogía, este sábado la edición 38 de la Romería de la Ribagorza o la Romería de las Vírgenes en una jornada que resultaba perfecta tanto por la climatología como por el ambiente. Se reunían 39 advocaciones marianas procedentes de distintos puntos de la Ribagorza, aragonesa y catalana, y de otras comarcas altoaragonesa. Eran más de 1.000 personas las que acudían a esta jornada que presidía el obispo de la diócesis Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, arropado por una veintena de sacerdotes y acompañado por otras autoridades civiles como los alcaldes de Capella, Graus y Benasque o la presidenta de la Comarca de la Ribagorza.
Sergio Baldellou, alcalde de Capella, decía que se trataba de un día muy especial para la localidad y los vecinos que se habían involucrado mucho en la organización del evento.
El obispo de la diocésis Barbastro-Monzón, Ángel Pérez, que visitaba Capella por primera vez, decía que, tras la experiencia del año pasado en Campo, esperaba con ilusión esta Romería. Manifestaba su emoción porque son eventos que permiten que se junte todo el pueblo y porque son ejemplo de fiesta y fraternidad.
Se había invitado a participar al obispo de Lérida que, finalmente, no podía acudir, aunque el próximo año se le reiterará la invitación para que presida esta Romería.
La jornada comenzaba con la recepción de romeros, y la procesión por las calles de Capella. Posteriormente, se realizaba, en campo de fútbol, la celebración de la eucaristía, que oficiaba el obispo de la diócesis Barbastro-Monzón,acompañado por una veintena de sacerdotes de la Ribagorza. La jornada continuaba con distintas actividades.